lunes, 24 de mayo de 2010

LA SERPIENTE PETRIFICADA


POR: MIGUEL ÁNGEL CONTRERAS VALADEZ

Varios lugareños de las regiones de San Luis Potosí, cuentan la historia de un animal, una serpiente de siete cabezas, que venía a destruir toda la zona potosina, así como todos los ejércitos españoles que se encontraban en ella. Este animal surgió de los conjuros y maldiciones de los brujos huachichiles, su magia era tan poderosa, que lograron crear una bestia descomunal, una serpiente con siete cabezas y ojos de fuego, medía cuatro metros de alto y tenía dientes filosos y puntiagudos que te podía devorar en segundos.

En las noches cuando la bestia salía a cazar, se escuchaban unos ruidos sobrenaturales, que dejaban paralizados a todos aquellos que escuchaban tan tremendo estruendo, por donde pasaba la sierpe causaba terror y destrucción, siempre dejando un rastro de cenizas de su cola. La voz se corrió entre los ejércitos españoles, sobre un animal traído desde las llamas del infierno, pero ninguno sobrevivió para contarlo; sólo los viejos lugareños cuentan la historia de cómo un animal del demonio trató de destruir todo el poblado de San Luis Potosí.

Según la historia, la bestia mató a todo ejército que se le apareció, pero un día se encontró a un fraile, que con sus rezos y plegarias, para evitar ser devorado, convirtió a esta gigante criatura en piedra.

Aunque han pasado muchos años desde aquel suceso con la enorme serpiente, mucha gente de esos poblados, siente como en noches de luna llena, el espíritu de esa criatura, se pasea por los cerros de San Luis Potosí, otros dicen ver como la serpiente petrificada empieza a temblar, intentando salir para cumplir con su destino de destruir la zona potosina, estas son simples advertencias de la bestia, su tiempo de estar aprisionada ya casi llega a su fin.

lunes, 17 de mayo de 2010

EL JUNCHUCH

“Este ser también es conocido como el Señor de la Noche. Su estatura es como la de un niño y tiene los pies al revés, es decir, los talones al frente y los dedos apuntando a la espalda. Aunque este detalle podría parecer hasta chistoso, resulta que es una estupenda forma de despistar ya que si uno cree que se está alejando de él, en realidad, lo que está haciendo es acercarse. Otra característica que lo distingue de cualquier otra criatura es que tiene los genitales tan grandes que, para poder caminar, tiene que ponérselos encima del hombro para evitar tropezarse.
Aparte de esta apariencia que puede resultar impresionante, el Junchuch tiene otro rasgo que lo hace temible: adora comer cerebros humanos.

Y hay que decir que es un excelente cazador. Conoce a la perfección la zona veracruzana. Ningún rincón le es desconocido. Obviamente, tal conocimiento le resulta de gran utilidad cuando busca su almuerzo.

Su táctica de cacería es simple pero eficaz. Se esconde entre las plantas, detrás de las piedras o en lo alto de los árboles. Con paciencia espera a que alguna persona solitaria pase por el lugar. En cuanto la ve, se prepara para el ataque. Todos sus músculos se tensan, su mirada se centra en la víctima, las ventanas de su nariz se dilatan y se arroja velozmente contra el individuo dejándolo tirado por el golpe. Antes de que el individuo pueda reaccionar, se trepa a su estómago, lo mata rápidamente y, entonces sí, despacito se dedica a comerle los sesos. Una vez satisfecha su hambre, se relame los bigotes y se retira de la escena del crimen con una sonrisa en los labios.

Cuando encuentran un cadáver sin cerebro en el lugar, todos saben que fue presa del Cha’to.” (Monstruos mexicanos, Marcia Trejo, Ed. Diana, p. 50-51)

lunes, 3 de mayo de 2010

EL CHUPACABRAS


Por: Miguel Ángel Contreras

Durante mucho tiempo este ser fue un misterio, sólo existía en relatos de campesinos y testigos que vieron al supuesto animal, desafortunadamente estos mitos y narraciones se volvieron realidad.

En las zonas rurales de México, empezaron a encontrar los cadáveres de gallinas, gatos, perros, ovejas o cualquier tipo de animal de granja, lo interesante es que estaban sin ninguna gota de sangre; algunas veces, sin cabeza y otras, destazados.
Algunos testigos afirman que es animal es una especie de alien con picos en la espalda, sus ojos son grandes e intimidantes; dicen que es capaz de volar o dar saltos gigantescos y muy sigilosos.

Otros habitantes dicen que es un animal parecido a un perro con patas cortas y trompa afilada, tiene dientes pronunciados y muy afilados, los cuales pueden cortar en dos el cuello de una cabra o una oveja; mide aproximadamente 70 centímetros de alto, y le encanta la sangre.

Este monstruo ataca siempre al cuello. Por la velocidad y cautela que lleva esta criatura, sus víctimas no les da tiempo de reaccionar.

En la actualidad ya no se ha visto al Chupacabras, dicen que ya se pudo haber ido del país en busca de nueva sangre, pero el temor sigue en la punta de la piel, y aunque hasta ahora no se ha encontrado ningún caso que el Chupacabras haya atacado a un ser humano, no hay que andarse confiando con semejante criatura a la intemperie.